Camino 28A

El 28 de Abril nos jugamos mucho como sociedad. No solo está en juego quién gobernará, que es muy importante, sino que demostremos una sed de democracia implacable y salgamos a votar masivamente el día de las elecciones.

Si las sombras del pasado vuelven a sobrevolar España debido gran parte a la acción tomada contra la simbología fascista que aún perduraba en nuestras ciudades y pueblos, les demostraremos que que aún somos más quienes queremos transformar este país y que ya es hora de pasar de la inacción de la anterior generación política a la implicación social que lleva implícita la política en nuestro día a día.

Es hora de demostrar mediante el voto que se pueden cambiar las tornas, que los poderes públicos están para todos y no solo para unos pocos.

No seré yo quién le diga a quién debe votar, solo faltaría. Solo que se lo cuestione todo antes de depositar su voto, pero que vote, aunque sea al partido minoritario de su localidad, vote.

Se que en las últimas semanas hay generalmente dos corrientes: los abstencionistas que no ven ninguna opción política posible o los que llaman al voto útil para aglomerarlo y no perder (o ganar, depende de la perspectiva desde donde lo mires) escaños.

La ley electoral puede parecer injusta en muchos sentidos, pero está diseñada para los repartos en función de la densidad de la población. Es cierto que en cada provincia se necesita un número diferente votos por escaño, os animo a que os informéis bien de vuestra localidad para que seáis más conscientes de que es lo que puede pasar o de que opción puede ser la mejor para votar.

El 28A, a votar.

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