La Ideología del sexo
En estos días está en el debate público un polémico autobús con un enorme mensaje: "Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te manipulen"
Es un mensaje dirigido hacia los niños y niñas, de momento de Madrid, por la asociación ultracatólica HazteOir, de la que se derivan otro puñado de asociaciones.
El mensaje a primera vista es un mensaje obviamente de descripción biológica, pero la coletilla del final retrata las verdaderas intenciones de los autores. No es otro que de menospreciar o insinuar que las personas con otra inclinación sexual o con otro sentimiento de su sexualidad o que simplemente no se sienten lo que parecen ser, son manipuladas.
En una entrevista realizada esta misma mañana a una portavoz de HazteOir realizada por el programa de televisión Al Rojo Vivo, se ve la postura de esta asociación. Su argumento fundamental es que estas personas, incluso muchas niños y niñas que ya viven la sexualidad de una forma diferente a lo que dice su biología, han sido y son manipuladas por parte de la educación y por parte de su entorno, en definitiva que se les educa para tener esa orientación sexual.
Nada más lejos de realidad me temo. Lo que se intenta hacer, por fortuna, desde hace ya varios años es promover desde el Estado (Educación Pública y otros ámbitos) la educación tolerante hacia las diferencias de creencias, orientaciones sexuales, pensamiento político, etc; en definitiva saber ser tolerante, saber respetar a las demás por que todos debemos de tener los mismo derechos, deberes y libertades, seas hombre, mujer, heterosexual, homosexual, transexual. Nadie te impone por la fuerza que tengas que ser homosexual o que te sientas mujer o hombre sin serlo. Que se lo pregunten a la madre de Sara, que salía esta misma mañana en el citado programa de Tv, un niño que desde que supo hablar se sentía niña.
Lo que es manipular, es imponer a tus hijos, o a los hijos del vecino tu dogma. Eso no es libertad de expresión, ni es tolerante. Es todo lo contrario, es imponente, autoritario. La estrecha relación entre algunos partidos políticos conservadores (si el PP se sirvió de ellos para la campaña contra el aborto) con este tipo de asociaciones y a su vez con la Iglesia católica es lo que implica al fin y al cabo que un tema tan personal, la sexualidad, algo tan íntimo, se politice, se identifique en la ideología no solo de un partido, si no de la población a la que representan.
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