Dejar de Fumar

No hay secretos, ni fórmulas mágicas ni hipnóticas, tu capacidad para decir basta y rechazar de tu vida el tabaco es el único remedio


Dejar de fumar es algo más que cambiar tu estilo de vida. Es introducir nuevas rutinas a tu día a día sin cambiar tu filosofía. Es difícil pero no imposible, y el que te quiera vender su método para dejar de fumar, es un vende motos, ya que el único remedio está donde residen todas las cosas, buenas y malas: en nuestro cerebro.

Llevo fumando tabaco desde los 16 años, época rebelde, complicada, maldita adolescencia. Yo siempre he sido deportista, me encanta el fútbol, la natación y en general los deportes de montaña (esquí y snowboard). Pero, ¿por qué empieza uno a fumar? ¿por qué arriesgamos nuestra salud y quién sabe si nuestras hipotéticas carreras como deportistas?

Pues no tengo una respuesta certera, solo que la aceptación de los grupos sociales con los que te desarrollas tiene mucho que ver. Eso y tu capacidad de decir NO. En mi caso, como ya mencioné en el artículo anterior, he sido una persona con poca personalidad, con poco carácter en general, pero ya no más.

Desde hace una semana, he decidido dejar el humo por lo que tanto me apasiona, mi vida y el deporte. La verdad, que está repercutiendo de forma positiva en  mi día a día, tengo más olfato y gusto y además no me siento perezoso en muchos aspectos, pues el mal hábito de fumar te hace ir posponiendo cosas y, al final, te hace parecer que no tienes tiempo para lo demás, y es al revés, no tenemos que tener tiempo de consumir un producto perjudicial para la salud y para nuestros bolsillos.

Una pregunta que me hago es: en nuestro país la sanidad la pagamos todos, ¿por qué el gobierno sigue permitiendo la venta de tabaco y alcohol como drogas legales? En países con una sanidad privada lo puedo llegar a entender como un negocio, pero aquí, en España no lo termino de ver.

Se qué es única y exclusivamente responsabilidad del fumador/bebedor, pero desde la sociedad debemos ayudar a que esto no se produzca. Por eso escribo esto, para ayudarme a mí mismo y, si es posible, a quién lea esto para dejar de fumar.

No hay secretos, ni fórmulas mágicas ni hipnóticas, tu capacidad para decir basta y rechazar de tu vida el tabaco es el único remedio. La fuerza de voluntad y el esfuerzo individual se verán recompensados en formas que quizás ahora no te creas, pero ahí están. Dedica tu tiempo a lo que te guste o apasione. En mi caso, estoy escribiendo casi a diario como desahogo y como terapia para volcar las emociones que siempre me han costado expresar, además de salir a correr para preparar la nueva temporada de fútbol y, en cuanto pueda, me voy a la playa a disfrutar de unos largos en el mar.

Necesito reconstruir mi día a día desde cero, con hábitos saludables y dedicando mi tiempo a los que me quieren y a lo que me apasiona. Desterrar el humo ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

Espero que esto ayude a alguien más a parte de mi.
Buenas noches y disfruten del verano.



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